Cuando pones “yoga” en google, la postura de #padmasana es una de las primeras que sale. He llegado a leer que este asana es de “principiantes” en algunas revistas. ¿DE PRINCIPIANTES?
El loto es una rotación externa de cadera bastante fuerte. Hay quien la tiene de forma natural, pero suele ser una minoría. Las personas que no tenemos una flexibilidad innata, la tenemos que construir.
Si no tienes el rango de rotación externa necesario, la siguiente articulación que se lleva todo el trabajo es la rodilla. Por eso considero que es una postura que no es para nada fácil de conseguir, ni para todo el mundo. Y puede resultar poco beneficiosa si la haces mal.
Nunca la había tenido como objetivo en mi práctica precisamente por esto. He preferido invertir el tiempo en otras posturas y poco a poco he ido ganando el rango necesario.
Ayer tenía curiosidad, probé y vi que llegaba. Y sinceramente, no me lo podía creer. Se me saltaron hasta las lagrimas de la emoción, porque es el resultado de muchas prácticas, de esfuerzo y trabajo con una metodología concreta. Son muchas horas invirtiendo en posturas básicas y no en contorsiones.
También os digo que no cambia en nada mi vida porque es una postura pasiva. La consigues, entras y no hay más. Puedes jugar con variantes. Así que me sirve para hacer una foto chula y poco más. Pero prefiero verla como un recordatorio de que todo llega.
Disfrutemos del camino. Dejemos de frustrarnos con posturas imposibles porque las vemos en instagram e invirtamos el tiempo en las bases. El camino es lo bonito. El yoga sería demasiado aburrido si nos saliese todo perfecto a la primera.